segunda oportunidad para autonomos

La Ley de Segunda Oportunidad para autónomos

¿Conoces las ventajas de la Ley de Segunda Oportunidad para autónomos? Esta norma, aprobada para permitir que las personas naturales pudieran salir de situaciones de crisis, presenta importantes beneficios para los profesionales y empresarios.

Y es que uno de los objetivos de la ley es favorecer el emprendimiento, reduciendo las consecuencias negativas de una aventura empresarial que acaba en la quiebra. A continuación te contamos cómo acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad como autónomo, las particularidades del procedimiento y sus ventajas.

Cómo acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad si eres autónomo

El RD 1/2015 aprobó el mecanismo de segunda oportunidad, posteriormente convertido en ley mediante la Ley 25/2015. Y el propio preámbulo del Real Decreto ya indicaba que uno de los objetivos de la norma era permitir que una persona que padeciera un fracaso económico empresarial o personal pudiera encarrilar nuevamente su vida, sin tener que “arrastrar indefinidamente una losa de deuda que nunca podrá satisfacer”.

Se introdujo de este modo la posibilidad de flexibilizar el régimen de responsabilidad patrimonial universal, consagrado en el artículo 1911 del Código Civil. Este artículo determina que el deudor debe responder de sus obligaciones con todo patrimonio universal y futuro.

¿Como se traduce esto? Hasta la aprobación de la Ley de Segunda Oportunidad, una persona podía estar arrastrando sus deudas durante toda su vida. Sin embargo, desde que los autónomos pueden recurrir a este mecanismo es posible cancelar prácticamente toda deuda impagable.

Por supuesto, para ello es necesario cumplir con ciertos requisitos, que impiden el fraude de acreedores. Pero siempre que el autónomo reúna las condiciones legalmente exigidas, tendrá abiertas dos posibilidades:

  1. Negociar un acuerdo extrajudicial de pagos. En este caso podrá reestructurar su deuda, de modo que podrá continuar con su actividad y afrontar un plan de pagos realista.
  2. Solicitar la exoneración de aquellas deudas que no pueda pagar. Si se liquida el patrimonio del deudor y todavía le quedan deudas, este puede solicitar el beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho (BEPI), que le permite cancelar las deudas impagables.

Por tanto se establece un procedimiento en dos fases (tres, si se quiere considerar la liquidación como tal). Veamos cómo funciona.

El proceso de segunda oportunidad para los autónomos

Para acogerse al proceso de segunda oportunidad el autónomo deberá rellenar un formulario. El modelo de solicitud de segunda oportunidad pretende simplificar el proceso y aportar seguridad jurídica, ya que incluirá todos los elementos que deben tomarse en consideración a la hora de realizar los trámites sucesivos.

Una vez presentada la solicitud se nombrará un mediador concursal y se abrirá la fase del acuerdo extrajudicial de pagos. El objetivo en este primer momento es negociar con los acreedores para diseñar un plan de pagos factible y más llevadero.

Por tanto se podrán establecer quitas y esperas que, en caso de contar con las mayorías suficientes, resultarán de obligatorio cumplimiento para los acreedores. Además, durante esta fase se paralizan las ejecuciones y el devengo de intereses, lo que facilita la negociación y protege el patrimonio del autónomo.

En caso de que las negociaciones resulten infructuosas o el patrimonio del autónomo sea insuficiente, el mediador concursal procederá a solicitar la apertura del concurso consecutivo. Durante esta fase, y tras la liquidación del patrimonio del autónomo, se podrá solicitar el BEPI para cancelar las deudas impagables.

El beneficio de exoneración puede concederse de forma automática y definitiva o provisional, supeditándose al cumplimiento de un plan de pagos. Además, un abogado con experiencia en el mecanismo de segunda oportunidad podrá salvar determinados bienes del proceso de liquidación, incluyendo el domicilio del deudor.

Cabe señalar una novedad introducida por la jurisprudencia, de especial relevancia para los autónomos. Desde la STS n.º 85/2019 viene aceptándose que la aprobación del plan de pagos durante el concurso consecutivo prevalece sobre la normativa administrativa en materia ejecutiva.

Dicho de otro modo, la Ley de Segunda Oportunidad, llegado el momento de la concesión del BEPI, permite al autónomo librarse incluso de las deudas con Hacienda y la Seguridad Social.

Particularidades de la Ley de Segunda Oportunidad para autónomos

Cuando quien se quiere acoger al mecanismo de segunda oportunidad es un autónomo se le exigirá no ser declarado culpable del concurso de acreedores. Para ello debe haber solicitado el concurso en plazo y haber cumplido sus obligaciones de contabilidad y de colaboración con la administración concursal.

También es importante destacar que no podrá recurrir a este mecanismo el autónomo que lo haya utilizado en los 10 años anteriores.

Además, determinados profesionales y empresarios pueden presentar la solicitud de la segunda oportunidad ante el Registro Mercantil o la Cámara correspondiente, si bien es cierto que esta particularidad apenas es relevante.

Por otro lado, cabe destacar que tampoco pueden recurrir a este mecanismo las personas condenadas por determinados delitos en los últimos 10 años. Destacamos este elemento porque, aunque se trate de un requisito general, suele afectar con mayor incidencia a los autónomos, ya que tales delitos son:

  • Falsedad documental.
  • Delitos contra:
    • El patrimonio.
    • La Hacienda Pública o la Seguridad Social.
    • El orden socioeconómico.
    • Los derechos de los trabajadores.

Ventajas de la Ley de Segunda Oportunidad para autónomos

Los autónomos son unos de los mayores beneficiados por la Ley de Segunda Oportunidad. Si bien el número de personas autónomas concursadas es menor al de partculares, también lo es que las ventajas de la segunda oportunidad son superiores cuando se aplican a profesionales y empresarios.

Ello se debe a que, en general, los empresarios o profesionales autónomos asumen más riesgos que los particulares. Por tanto, ante una situación de crisis es mayor el volumen de deudas de un profesional que el de un particular.

Pero, además, la Ley de Segunda Oportunidad presenta actualmente una configuración muy interesante:

  • Como ya hemos indicado, la jurisprudencia entiende que los acreedores públicos tienen el mismo peso que los privados a la hora de concederse el BEPI. Lo cual implica que el autónomo ya puede librarse de deudas con la AEAT y la Seguridad Social, que suelen contarse entre las más cuantiosas y difíciles de cancelar.
  • Además, la Ley de Segunda Oportunidad (como cualquier mecanismo concursal) trata de salvaguardar la continuidad de la actividad económica. De este modo se incrementa la solvencia potencial del deudor, lo que redunda en beneficio de las expectativas de cobro de los acreedores. Pero también se mantienen los puestos de trabajo, fomentándose así la estabilidad del empleo y de los derechos sociales. Por tanto, el mecanismo de segunda oportunidad establece un régimen especial de protección sobre los elementos patrimoniales afectos a la actividad económica o profesional.

En definitiva, aunque los particulares puedan beneficiarse de este mecanismo, la Ley de Segunda Oportunidad para autónomos presenta ventajas superiores. Así lo demuestran los numerosos casos de éxito en que empresarios y profesionales han llegado a librarse de deudas millonarias.