“No puedo pagar mis deudas” es una búsqueda frecuente en Google. Hay mucha gente en esta situación que busca soluciones a través de Internet, así que hemos decidido escribir un artículo con algunas propuestas.
Lo cierto es que cuando una persona no puede pagar sus deudas tiene varias opciones, que se pueden categorizar en tres grupos:
- Refinanciarlas.
- Renegociarlas.
- Cancelarlas.
Veamos cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada una de estas opciones.
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Cómo refinanciar tus deudas
Refinanciar las deudas consiste en solicitar crédito para hacer frente a los pagos inmediatos. Por ejemplo, si tienes que pagar la cuota de tu hipoteca y no cuentas con liquidez puedes solicitar un préstamo rápido y postergar el momento del pago.
En ocasiones la refinanciación de deudas no persigue atrasar el momento en que resulten exigibles, sino hacerlas más económicas. Por ejemplo, si tienes un préstamo por el que pagas unos intereses del 12 % y encuentras un crédito al 9 % puedes refinanciar el primero con el segundo y ahorrar un 3 % de intereses.
Existen múltiples herramientas para refinanciar tus deudas. Las vías tradicionales son los préstamos bancarios, que pueden tener garantía hipotecaria o no. Pero también existen prestamistas privados y empresas financieras de crédito rápido.
Ventajas de refinanciar tus deudas
La ventaja de refinanciar tus deudas es que puedes obtener los dos efectos antes descritos:
- Si optas por atrasar el momento de pago podrás conseguir liquidez, evitando las consecuencias negativas de que venza un plazo. Entre ellas destacan el devengo de intereses moratorios (que siempre son superiores a los remuneratorios) y las ejecuciones hipotecarias (que suelen ir seguidas de un desahucio).
- Si optas por abaratar el crédito podrás ahorrar en concepto de intereses. Esta técnica suele emplearse para concentrar créditos, lo que también aporta un mayor control financiero.
Desventajas de refinanciar tus deudas: pan para hoy, hambre para mañana
El principal problema de la refinanciación de deudas es que no suele ayudar a amortizarlas o cancelarlas.
Así, cuando retrasas el momento de pago no consigues deshacerte de la deuda. De hecho, lo más fácil es que el nuevo crédito que cubre al anterior presente unos tipos de interés más elevado. Por tanto, conseguirás capear el temporal, pero empeorarás tu situación crediticia, pudiendo quedar atrapado en una espiral de deuda.
En el caso de la concetración de crédito, no deja de ser una buena opción, siempre que aporte un ahorro en intereses. El problema es que no te aportará liquidez, sino ahorro. De modo que, en última instancia, no te ayudará a pagar tus deudas, sino a no pagar tantos intereses. Por tanto, no tiene un efecto liberatorio ni inmediato.
Cómo renegociar tus deudas
En definitiva, la refinanciación de deudas no es una buena opción si no puedes pagar tus deudas. Pero, ¿qué hay de la renegociación?
Al renegociar tus deudas podrás pactar nuevas condiciones, destacando:
- El cambio en los intereses aplicables. Si consigues aplicar un tipo de interés inferior podrás abaratar el precio del préstamo. Pero esta opción presenta las mismas ventajas y desventajas que hemos mencionado respecto a la concentración de créditos.
- El cambio en los plazos de pago. Esta opción sí es bastante efectiva, ya que podrás postergar el momento de pago (estableciendo retrasos o moratorias) e intentar conseguir liquidez durante el tiempo que hayas ganado.
- El cambio en la cuantía debida. En este caso lo que reduces es el capital pendiente de amortización. Suele hacerse por medio de quitas, aunque también podrías pactar daciones en pago o para pago para reducir el capital que te queda por pagar.
Debemos destacar que la Ley de Segunda Oportunidad permite realizar una renegociación de la deuda en condiciones privilegiadas. Esto se hace mediante el acuerdo extrajudicial de pagos (AEP).
Cuando solicitas el AEP se paralizarán las ejecuciones sobre tu patrimonio y se suspenderá el devengo de intereses. El mediador concursal te ayudará a tramitar una renegociación, gracias a la cual podrás hacer tus deudas más llevaderas.
Ventajas de renegociar tus deudas
Renegociar tus deudas suele ser más ventajoso que refinanciarlas. Al establecer nuevas condiciones de pago, asociadas a tu solvencia actual, podrás hacer tu situación más cómoda y llevadera.
Por ejemplo, al pactar quitas conseguirás ahorrarte parte del capital pendiente, amortizando antes tus deudas. Si acuerdas esperas o moratorias ganarás tiempo para hacer frente a tu situación, y si consigues disminuir los intereses de tus deudas lograrás que sean más económicas.
Desventajas de renegociar tus deudas: nadie da duros a cuatro pesetas
El único problema de renegociar tus deudas es que una negociación no es un regalo. De modo que si un acreedor te concede quitas, esperas, aplazamientos u otras facilidades, probablemente pida algo a cambio. Por ejemplo, es frecuente que si se pacta un plazo de pago superior se haga a cambio del incremento de los intereses.
Si quieres reducir los efectos colaterales de una renegociación de deudas, tu mejor opción será contar con un abogado especializado en derecho crediticio. Estos profesionales están acostumbrados a negociar con entidades financieras y de crédito, así que te ayudarán a mejorar tu posición y a detectar y evitar propuestas que te perjudiquen.
Cómo cancelar tus deudas
Por último, si no puedes pagar tus deudas siempre puedes intentar cancelarlas. Para ello tienes a tu disposición la Ley de Segunda Oportunidad, que además de permitirte el intento de AEP (del que ya hemos hablado) también te permite solicitar el beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho (BEPI).
El BEPI es un mecanismo que permite que el Juez te exonere del pago de aquellas deudas que no puedas afrontar. Dependiendo de tu situación, exigirá unos u otros requisitos y tendrá unos u otros efectos. Si quieres conocer más sobre esta figura te recomendamos la lectura del artículo en que tratamos el BEPI.
Ventajas de cancelar tus deudas
La ventaja de cancelar tus deudas es que ya no tendrás que pagarlas. Así de sencillo. De modo que la verdadera salida a una situación en que no puedes pagar tus deudas es cancelarlas.
Desventajas de cancelar tus deudas
Evidentemente, el proceso de cancelación de deudas no es sencillo. Así que tendrás que contratar a un abogado especialista en segunda oportunidad para que te ayude con ello.
Sin embargo, recurrir a sus servicios puede costarte unos 2.400 euros, pagaderos a plazos. Si tenemos en cuenta que con esta inversión puedes cancelar deudas de hasta 5.000.000 de euros podemos entender por qué tiene tanto éxito la Ley de Segunda Oportunidad.
Conclusión: ¿qué hago si no puedo pagar mis deudas?
En definitiva, cuando no puedes pagar tus deudas cuentas con las tres opciones que hemos comentado.
Sin embargo, la refinanciación suele ser una trampa, ya que puedes caer en una espiral de endeudamiento de la que termines por no poder salir.
Respecto a la renegociación, puede ser una solución viable, pero dependerá de tus circunstancias y tu capacidad para recuperar la solvencia.
Por tanto, solo la cancelación de deudas es una solución real a la incapacidad para pagar tus deudas.
Así que si has llegado aquí buscando “no puedo pagar mis deudas” en Google te ofrecemos la mejor solución que conocemos: rellena el formulario y contacta con un especialista en segunda oportunidad, que te librará de tus problemas financieros por tan solo 2.400 euros, que además podrás pagar de forma fraccionada.
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