Cuando se trata de obtener una hipoteca, muchas personas optan por contar con un avalista que garantice el préstamo. Esto es particularmente común si el solicitante principal tiene un historial crediticio poco sólido o ingresos fluctuantes. Pero, ¿qué ocurre si el avalista fallece antes de que la hipoteca esté completamente pagada? Este artículo desglosa las implicaciones, los pasos a seguir y cómo esto se relaciona con la Ley de la Segunda Oportunidad.
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1. Revisión del contrato de préstamo
El primer paso es revisar los términos del contrato de la hipoteca. Generalmente, los contratos de préstamos con avalistas incluyen cláusulas específicas que se activan en caso del fallecimiento de alguna de las partes. Es crucial entender estas cláusulas para saber cómo proceder.
2. Comunicación con el banco o entidad prestamista
Tras el fallecimiento de un avalista, es importante comunicarse con el banco o entidad prestamista lo antes posible. Deberás informarles sobre la situación y proporcionar la documentación necesaria, como el certificado de defunción. La entidad revisará el contrato y determinará si es necesario hacer ajustes al acuerdo actual.
3. Evaluación del impacto en el préstamo
En muchos casos, el fallecimiento del avalista no cambia la responsabilidad del deudor principal. Este seguirá siendo responsable del pago de la hipoteca. Sin embargo, el banco puede querer revisar la solvencia del deudor principal y, en ciertos casos, podría solicitar un nuevo avalista, dependiendo de la política del banco y las condiciones del préstamo.
4. Consideraciones legales y financieras
Es posible que se necesiten trámites legales adicionales, especialmente si el avalista tenía responsabilidades financieras vinculadas directamente a la hipoteca, como garantías adicionales. Consultar con un abogado especializado en derecho hipotecario o financiero puede proporcionar claridad y guía sobre cómo manejar estos aspectos.
5. Manejo de la sucesión
Si el avalista tenía bienes, estos pasarán a sus herederos. En este contexto, es importante que los herederos se asesoren sobre sus derechos y obligaciones. El avalista podría haber dejado provisiones específicas para manejar sus responsabilidades en la hipoteca, lo cual debería estar reflejado en su testamento.
6. Preparación para el futuro y la Ley de la Segunda Oportunidad
Este evento puede ser un buen momento para que el titular de la hipoteca revise su propia situación financiera. Si enfrenta insolvencia y no puede cumplir con los pagos de la hipoteca, la Ley de la Segunda Oportunidad podría ofrecer un respiro. Esta ley permite a las personas físicas, tras un proceso legal, cancelar sus deudas si demuestran que han intentado un acuerdo con sus acreedores y cumplen con ciertos requisitos. Es una opción que puede ser relevante para aquellos que se encuentran en una situación financiera crítica después del fallecimiento de su avalista.
Conclusión
El fallecimiento de un avalista es un evento significativo en el ciclo de vida de una hipoteca, pero no necesariamente conduce a cambios drásticos en la responsabilidad del deudor principal. Con la correcta asesoría legal y financiera, y considerando leyes como la Ley de la Segunda Oportunidad, es posible manejar estas situaciones complicadas con efectividad.
Somos especialistas en la gestión y eliminación de deudas mediante la Ley de Segunda Oportunidad. Si te encuentras en una situación económica complicada y deseas empezar de nuevo, contáctanos para una consulta gratuita y te asesoraremos sobre tus opciones.
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